sábado, 13 de junio de 2009

¿Duermes las horas necesarias? ¿En ocasiones te despiertas sintiendo como si te acabas de acostar?

¿Duermes las horas necesarias? ¿En ocasiones te despiertas sintiendo como si te acabas de acostar?

¿Cuántas horas duermes en la noche? ¿En ocasiones te despiertas sintiendo como si te acabas de acostar? ¿Estás cansado durante el día? ¿Se te hace difícil enfocarte, prestar atención, aprender? ¿Será posible que sufras de insomnio? Insomnio es un desorden del sueño que tiene tres características: dificultad para quedarnos y mantenernos dormidos; despertar con frecuencia durante la noche y tener dificultad para volver a dormir, y despertar más temprano de lo planeado. Hay personas que sólo tienen uno, otros dos y la mayoría padece de los tres síntomas del insomnio. La peor consecuencia del insomnio es la incapacidad de experimentar un sueño reparador. Las investigaciones dicen que actualmente en los Estados Unidos el insomnio se ha convertido en una epidemia. Cerca de un 85% de las personas, en algún momento de sus vidas, se quejan de no poder dormir placenteramente, y muchos de ellos acaban padeciendo problemas crónicos de sueño. ¿Es necesario dormir entre 7 y 8 horas cada noche? Los expertos señalan que el sueño tiene varias funciones importantes. Al cerrar los ojos y pasar las noches en los brazos de Morfeo nuestro cerebro procesa la información recibida durante el día encontrando soluciones a muchos problemas, sana el cuerpo, descansa reponiendo la energía e incrementando la productividad. Con el sueño se ''recargan las baterías'' de forma que podamos llevar a cabo actividades motoras y mentales. El sueño mejora las funciones físicas, previene enfermedades, favorece el trabajo intelectual, e incrementa el rendimiento deportivo. Sabemos que no estamos durmiendo lo suficiente si en las mañanas nos cuesta mucho levantarnos, si tenemos dificultad para concentrarnos, si nos quedamos dormidos en el trabajo, manejando, en el salón de clases o en una reunión y si nos cambia el estado de ánimo sintiéndonos tristes o deprimidos. Para mejorar la posibilidad de experimentar un sueño reparador se recomienda seguir una rutina nocturna. Se sugiere acostarse y levantarse todos los días a la misma hora para que el cuerpo desarrolle un hábito y esté listo para ambas actividades; hacer ejercicios con regularidad, pero nunca antes de acostarse. Lo ideal es hacerlos 3 o 4 horas antes de ir a dormir. Evitar los estimulantes como la nicotina y la cafeína que se encuentran en el café, té, sodas. No tomar siestas o si lo hace tratar de que sean cortas, de 30 minutos o menos. Si duerme durante el día, será mucho más difícil conciliar el sueño en la noche. Cree un ambiente adecuado para acostarse. La mayoría de las personas duerme mejor en habitaciones oscuras, frescas y libre de ruidos externos. Utilice la cama sólo para dormir, de forma que el cuerpo y la mente asocien la recamara con relajación. Detecte su nivel de estrés y entienda que la tensión suelen interferir con la habilidad de descansar. Para bajar la tensión, antes de irse a la cama escriba una lista de lo todo lo que tiene que hacer al día siguiente para solucionar la situación.

¿Duermes las horas necesarias? ¿En ocasiones te despiertas sintiendo como si te acabas de acostar?